Trump vs lactancia materna, ¿estamos ante un crimen de lesa infancia?

 

Mouris Salloum George*

Se sospecha que en cavernas del Monte Elbert (Colorado, EU/ Montañas Rocallosas) operan secretos laboratorios en los que un grupo de científicos seleccionados en diversas academias europeas y americanas experimenta con muestras de ADN para clonar reproducciones de Donald Trump con fines todavía no muy claros.

 

Las líneas con las que iniciamos esta entrega no están entrecomilladas, lo que indica que no es una cita textual. Se deduciría entonces que se trata de fake news que, según suelen declarar voceros de la Casa Blanca, son atribuibles a perversos  militantes del Partido Demócrata.

 

Libretos de esa naturaleza pueden redactarse con base en la novela de Ira Levin, Los niños de Brasil, cuya trama se refiere a un grupo de médicos nazis, entre los que se encontraría Josef Mengele (El ángel de la muerte), que procesa células madre para lograr copias de Adolfo Hitler con el fin de preparar el arribo del Cuarto Reich.

 

Existen sospechas de que Trump es un segundo Hitler

Distantes de la ficción, lo que podría ser deseable es que la siquiatría se encargara de investigar qué traumas infantiles inducen al inquilino de la Casa Blanca a manifestar sus fobias contra niños que no son de raza blanca.

 

Después de todo, desde las campañas presidenciales de 2016, algunos especialistas estadounidenses, a los que hicieron eco algunos medios de comunicación, compararon a Trump con Hitler, hipótesis demostrada a lo largo de su ejercicio del poder.

 

En este espacio hemos consignado el hallazgo de Las perreras de Donald Trump, en las que se confinan a niños migrantes separados de sus padres. Hecho público el descubrimiento, luego se dijo que la Casa Blanca dispuso que esos pequeños fueran remitidos a bases de El Pentágono.

 

Por la inhumanidad de esa política infanticida, la información ocupó tiempo triple A en las cadenas televisivas y primeras planas en los medios impresos de todo el mundo.

 

La brutalidad de esos actos de autoridad justificó el despliegue noticioso e informativo, no así otros métodos que no tienen nada de sutil.

 

Nos detenemos en este párrafo para retomar el debate generado por estudios que concluyen que la negación del pecho materno o el destete prematuro de niños en edad lactante tienen efectos posteriores en el desarrollo físico y mental de esos seres.

 

(A propósito, recordamos denuncias hechas entre los años sesenta y setenta del siglo pasado, sobre la experimentación de laboratorios estadounidenses de mamilas y chupones -después de algunos anticonceptivos- en niños del Tercer Mundo, cuando el uso de esos productos había sido desautorizado expresamente por agencias de salud norteamericanas.)

 

Sin ayuda militar gobiernos que no apoyen sustitutos de leche materna

La nota que hoy recuperamos proviene de fuentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Según esas fuentes, el gobierno de los Estados Unidos ha amenazado con sanciones comerciales y el retiro de ayuda militar a aquellos países en donde se apoya la lactancia materna. Un caso documentado es el de Ecuador.

 

A tenor con esa denuncia, la amenaza estadounidense se hace extensiva a la propia OMS. En la versión de The New York Times, el fin de esa criminal política es favorecer a los fabricantes de fórmulas lactantes sustitutas del pecho materno.

 

La OMS había determinado, con base en décadas de investigación científica, que la leche materna es más saludable y que los gobiernos deben esforzarse por limitar la comercialización inexacta o engañosa de placebos, “que pueden tener efectos nocivos en los niños”.

 

Lo que ha sucedido, de acuerdo con Patti Randall, directora de política del grupo británico Baby Milk Action, es equivalente a un chantaje a gobiernos de países subdesarrollados o en vías de desarrollo, con Estados Unidos reteniendo al mundo como rehén.

 

Entre los gobiernos que habrían retrocedido en su apoyo a la OMS,se cita a México y Uruguay.

 

Si no estamos equivocados, Washington está perpetrando un crimen de lesa infancia. Corre paralelo a otras formas de exterminio de niños no blancos. No sabemos cuál es la posición real de la Secretaría de Salud mexicana a cargo del ex rector de la UNAM, José Narro Robles. Lo dejamos de tarea.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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